Sanitario
Agua Caliente Sanitaria
El agua caliente sanitaria (abreviado lo verás como ACS), es el agua potable de que disponemos en nuestros hogares y oficinas y que calentamos para nuestra higiene personal, limpieza del hogar, cocina, etc.
El agua caliente sanitaria puede obtenerse por calderas o calentadores que se emplean para calentar el agua mediantes distintos tipos de energía: electricidad, gasóleo, gas natural, gas butano, etc. Aunque cada vez es más común obtener el agua caliente sanitaria a partir de la energía solar térmica
En términos energéticos, un sistema de agua caliente sanitaria representa entre un 25 y un 40% del consumo energético de las viviendas.
La obtención de ACS es una forma de calentar agua utilizando energías renovables que permite evitar el uso de un termo eléctrico. En el caso de los sistemas de calefacción, es una alternativa a la bomba de calor.
La forma más sencilla de obtener agua caliente sanitaria es mediante la energía solar.
Los colectores solares son los encargados de captar la radiación solar que calienta el agua que circula por su interior. El fluido incrementa su energía interna y su temperatura. Este fluido circula por un intercambiador térmico que permite transmitir energía térmica al agua que queremos calentar.
El agua caliente se puede transportar, por lo tanto, permite transportar la energía. El agua calentada se puede almacenar en un depósito bien aislado térmicamente o se puede hacer circular por un circuito de calefacción para calentar una vivienda.
Los elementos básicos que componen una instalación ACS son:
Calentador de agua
Bomba de circulación
Tuberías
Caudalímetros
Válvulas para la distribución de agua caliente a los puntos de consumo.
La obtención de agua caliente sanitaria es una de las aplicaciones más utilizadas de la energía solar térmica. Es una buena opción para viviendas unifamiliares y también para comunidades de vecinos.
El rendimiento solar está determinado por el ángulo que forman los rayos solares respecto al suelo. En verano el Sol se encuentra más perpendicular respecto al suelo que en invierno, de modo que en verano recibimos más radiación solar.
La energía necesaria para calentar agua caliente sanitaria hasta una determinada temperatura depende de la temperatura inicial del agua; antes de pasar por el circuito. Por lo tanto, en invierno que el agua que viene de la red en general está más fría se necesitará más energía térmica que en verano.
Las instalaciones solares de agua caliente sanitaria requieren un acumulador de agua de modo que el agua que se va calentando se vaya almacenando en un depósito bien aislado para cuando se vaya a utilizar.
Esto es debido esencialmente por dos motivos:
Por la diferencia de radiación solar recibida durante las diferentes horas del día, por no hablar de la nula radiación solar que se recibe durante la noche y,
Porque no vamos a utilizar el agua caliente de forma constante, es decir, la mayor parte del día no se utilizaría agua pero cuando quisiéramos duchamos utilizariamos mucha agua caliente en muy poco tiempo.